martes, 15 de julio de 2008

Prácticas de bicicleta. Parte I

¿Cómo caerse de la bicicleta sin estar montado en ella?
Es muy sencillo, tan sólo hay que llevarla por la calle cogida del manillar, que es la parte delantera de la bicicleta donde suelen apoyarse las manos y desde donde también se puede maniobrar, entre otras cosas.
Una vez bien sujeta por el manillar hay que empezar a cruzar por un paso de zebra, pero hay que hacerlo de manera que justo cuando se vaya por la mitad se ponga en rojo el semáforo para peatones.
Una vez en medio del paso en rojo el portador de la bicicleta tendrá que aligerar el paso, o en su favor correr. Es este el momento importante para tener en cuenta el que desee caerse de la bicicleta sin llegar a montarla. Porque cuando se empieza a correr y/o aligerar el paso se tiene que ser muy rápido para introducir el pie entre el pedal y la rueda, sino la operación no podrá llevarse a cabo.
Entonces, llegará la perdida de equilibrio, lo que originará soltar el manillar, en la mayoría de casos, y un movimiento de desorientación para que el resto de peatones adviertan la inminente caída. Después del rápido tambaleo viene seguida la caída. Ésta puede ser en dos sentidos diferentes; la derecha o a la izquierda. Se han dado casos extraños...pero estos los podremos observar detenidamente más adelante.
Una vez en el suelo, se comprueba que el usuario está bien, también se comprueban las caras de los ajenos deambulantes, en su mayoría ríen. Por último se recoge la bicicleta del suelo, mientras los coches esperan, algunos tocarán el claxón como reconocimiento por la buena caída, y por último se deberá llegar al otro extremo de la acera. Lo mejor que puede hacer el usuario una vez llegue al otro lado es reírse de sí mismo, aunque si lo creyera conveniente también puede usarse Betadine.