Serán los nervios, la ansiedad o simplemente tener el libro de Arqueología delante y pensar que no tienes ganas de aprender por aprobar...sino que te lo leerías tan agustito...pero claro, si no te ponen una fecha igual te lo leerías en las vacaciones antes de ir de viaje a cualquier lugar citado del libro.
Pero a veces también nos subestimamos y el día de antes crees no saber nada, pero de pronto estás en la cola que se vuelve eterna esperando que sea la hora de entrada...y un cuarto de hora antes allí están las chichas con los carros transportado los ordenadores, si si esos ordenadores que contienen los exámenes...y las miras y te preguntas si pudieras acceder a ellos y ver tu examen...y entonces seguro aprobarias.
Pero luego vuelves a la realidad y te das cuenta que tan sólo tendrías quince minutos y no te daría tiempo a memorizar todas las cosas...´
Así esperas los siguientes quince minutos, sin saber bien bien si hubieras aprobado tratando de comprarlo por un jamón a la chica del ordenador...y ya te toca. Eres el siguiente, le entregas tu carné y piiiii el láser (como el del super) y allí estás en la pantallita del ordenador, tu nombre y tu exámen...y es cuando comienzas a recorrer el vasto pasillo hasta la impresora donde aguarda un tipo con gafas negras, (resulta como el pasillo de la muerte, ademas en el centro de Terrassa al final del pasillo la pared es blanca) y te llama por el nombre, y tu rogando que te pongan los temas que te sabes, incluso rezas sin saber hacerlo, entonces te entrega el examen y te desea suerte (pequeño apunte...deseará sólo a los que tenemos manía de entrar primeros o bien a toda la gente) y es el momento de ansiedad en el que rápidamente compruebas que es lo que entra sin prestar atención dónde se ubica tu asiento, hasta que te topas con dos examinadores (que siempre hablan de usted) y te preguntan si es test o desarrollo....y tu piensas en el rollo que vas a tener que pegar porque sino no hay dios que apruebe la asignatura...
Pero a veces también nos subestimamos y el día de antes crees no saber nada, pero de pronto estás en la cola que se vuelve eterna esperando que sea la hora de entrada...y un cuarto de hora antes allí están las chichas con los carros transportado los ordenadores, si si esos ordenadores que contienen los exámenes...y las miras y te preguntas si pudieras acceder a ellos y ver tu examen...y entonces seguro aprobarias.
Pero luego vuelves a la realidad y te das cuenta que tan sólo tendrías quince minutos y no te daría tiempo a memorizar todas las cosas...´
Así esperas los siguientes quince minutos, sin saber bien bien si hubieras aprobado tratando de comprarlo por un jamón a la chica del ordenador...y ya te toca. Eres el siguiente, le entregas tu carné y piiiii el láser (como el del super) y allí estás en la pantallita del ordenador, tu nombre y tu exámen...y es cuando comienzas a recorrer el vasto pasillo hasta la impresora donde aguarda un tipo con gafas negras, (resulta como el pasillo de la muerte, ademas en el centro de Terrassa al final del pasillo la pared es blanca) y te llama por el nombre, y tu rogando que te pongan los temas que te sabes, incluso rezas sin saber hacerlo, entonces te entrega el examen y te desea suerte (pequeño apunte...deseará sólo a los que tenemos manía de entrar primeros o bien a toda la gente) y es el momento de ansiedad en el que rápidamente compruebas que es lo que entra sin prestar atención dónde se ubica tu asiento, hasta que te topas con dos examinadores (que siempre hablan de usted) y te preguntan si es test o desarrollo....y tu piensas en el rollo que vas a tener que pegar porque sino no hay dios que apruebe la asignatura...
Buena suerte a todos y todas que seguro aprobamos...y sino a recorrer ese pasillo en
septiembre que en el fondo es muy divertido!!!
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